jueves, 29 de abril de 2010
Carta a Vicente Luis Mora sobre la novela Alba Cromm
Querido Vicente,
No soy crítico literario, gracia a Dios, ni un gran experto en literatura, lamentablemente: soy un lector común, ávido de calidad y quizá un protoescritor incapaz de liberarse del prefijo, por lo que mi opinión debe estar enmarcada por estas limitaciones.
Quiero agradecerte, Vicente, el esfuerzo que te habrá supuesto escribir esta novela, pero has conseguido despertarme de esa vaga inercia de lo cotidiano y hacer saltar ese resorte, que todos tenemos más o menos oculto, capaz de provocar una perturbación que, por mínima que sea, te hace sentir vivo.
No se si sabré expresar correctamente qué aspectos de esta novela han conseguido despertar este interés, yo creo que lo que hace especial esta obra es tu capacidad de conseguir un equilibrio entre fuerzas que parecen contradictorias: caos y orden, virtualidad y humanidad, lógica y sorpresa...
Es una obra que te parece caótica, con múltiples y diferentes formatos que exigen diferentes códigos expresivos, con diferentes narradores de estilos diversos. Al principio te encuentras con una cierta molesta confusión, pero poco a poco la confusión va dejando de molestar para pasar a interesar y finalmente vas encontrando un orden dentro del caos que te provoca una agradable sensación de control, de victoria personal.
También es de destacar tu capacidad de integrar un ambiente virtual, que en principio te parece más bien deshumanizado, con un juego emocional, a veces sútil, a veces descarnado: por ejemplo me parece realmente genial la relación emocional entre Alba y Nemo, entre la heroína y el depravado: la angustia que me despertaba el posible viraje que se intuía hacia una implicación emocional entre ambos, que, con el desenlace, se llega a entender de una forma conmovedora.
Finalmente la combinación de lógica y sorpresa también es muy vivificante, porque si bien el final tiene una lógica aplastante me provocó una agradable sorpresa, doblemente agradable por ser un desenlace creíble e inesperado.
Reitero mi agradecimiento, como el que siento siempre que una obra, sea producto de la voluntad humana o del azar natural, consigue despertar en mí una emoción, una vibración del espíritu.
Un abrazo,
Xavier
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Querido Xavier, ante tus palabras no puedo más que darte las gracias a ti. Me alegro de que mi libro pueda haberte hecho sentir cosas; romper el hielo del corazón, como pedía Kafka, es precisamente uno de mis objetivos. Muchas gracias y un saludo.
ResponderEliminarUn comentario interesante. Ahora tengo curiosidad por la novela en cuestión.
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